Cuidados para tener unos pies sanos y frescos en verano

¿Quieres saber cuales son todos los cuidados para tener unos pies sanos y frescos en verano?. No te pierdas detalle de todo lo que te vamos a contar en www.mundomujeres.es por que seguro que te interesará muchísimo.

El 70% de la población tiene problemas en los pies y es precisamente en verano, debido a las altas temperaturas, cuando se manifiestan con más frecuencia e intensidad.

Cuidados para tener unos pies sanos y frescos en verano

Cuidados para tener unos pies sanos y frescos en verano

Cuidados para tener unos pies sanos y frescos en verano

Para evitarlo y tener un cuidado de los pies sigue estas recomendaciones. La época estival es, sin duda alguna, es el momento más complicado para la salud de nuestros pies. El calor, la sudoracion de pies, el calzado inadecuado, etc. son el origen de un gran número de dolencias, desde los molestos callos a las ampollas y rozaduras.

Una de las medidas básicas para que estos problemas y el dolor de pies no te amarguen las vacaciones, basta con tomar unas sencillas precauciones. La higiene de los pies, es el aspecto más importante. Por regla general, basta con la ducha diaria para garantizar una buen limpieza.

Para un buen lavado de pies es aconsejable utilizar un jabón neutro y, sobre todo, secarse bien, ya que los pies húmedos tienen un riesgo mayor de sufrir infecciones por hongos. Hay que hacerlo con una toalla suave y sin friccionarlos en exceso para evitar irritaciones. Si se tienen los pies delicados, una buena idea es utilizar un secador de pelo.

Hidratarlos cada noche, antes de acostarte, aplica una crema para pies hidratante especial (preferentemente, con ingredientes como la urea en su composición) mediante un suave masaje de una duración mínima de tres minutos. La crema debe utilizarse únicamente en los talones y dorso del pie, ya que si se hace entre los dedos pueden aparecer maceraciones e irritaciones.

Durezas en los pies

Durezas en los pies

Para los pies resecos, una buena idea es aplicar la crema por la noche, como si fuese una mascarilla, ponerse unos calcetines de algodón y dormir con ellos toda la noche.

Las dolencias típicas del verano no suelen resultar graves, pero sí muy molestas, por lo que conviene atajarlas desde el primer momento con las medidas más adecuadas. Infección por hongos: Enrojecimiento, picor, descamación en los dedos… son los síntomas clásicos de un trastorno conocido por el nombre de «pie de atleta», muy frecuente en adolescentes y en deportistas.

Se trata de una infección causada por un hongo muy contagioso y un poco difícil de erradicar. Pero existe en el mercado algún que otro tratamiento para los hongos de los pies que os indicará vuestro especialista en cada momento. Una vez diagnosticada, se combate con un tratamiento y productos para los pies a base de polvos y cremas de acción antifúngica y, en casos graves o recurrentes, con pastillas.

La medida más importante es llevar chanclas en vestuarios, duchas, piscinas y demás espacios comunitarios. Además, se debe evitar compartir toallas o calzado. En personas propensas, se aconseja aplicar unos polvos tras la ducha para absorber la humedad y utilizar calzado abierto con revestimiento de piel natural.

Cuidados en pies

Cuidados en pies

El roce constante con los zapatos, sobre todo si no llevamos calcetines, hace que se acumulen las células muertas en la planta y los talones y que la piel de estas zonas se vuelva más gruesa y rugosa. Aunque no suelen producir molestias, las durezas en los pies resultan antiestéticas y, con el tiempo, pueden derivar en dolencias más dolorosas, como los callos.

Uno de los remedios para las durezas de los pies y evitar estas es frotar la planta y los talones a diario con una piedra pómez. Hazlo durante la ducha, sobre la piel húmeda, para un mejor resultado. También puedes utilizar una lima eléctrica. No es conveniente cortar las durezas, ya que podemos provocar la aparición de heridas. Si son profundas o aparecen callos, la mejor opción es acudir a un podólogo para que las elimine.

Aunque el sudor es inodoro, cuando entra en contacto con las bacterias que se acumulan en la superficie de la piel, se descompone y produce un olor desagradable. Prevención: Para combatir este problema, la regla número uno es mantener una buena higiene de los pies. También se aconseja elegir calcetines de tejidos naturales (preferentemente de algodón), y zapatos de piel.

Es importante para el cuidado de pies no llevar los mismos zapatos cada día. Es mejor ir alternándolos para, de esta manera, permitir que se sequen tras cada uso. En el mercado encontrarás productos que reducen el mal olor como los jabones antibacteriales, los sprays y las cremas antitranspirantes, las plantillas antiolor, etc. Los baños de pies con bicarbonato, vinagre, polvo de alumbre, etc. también resultan muy efectivos.

Pies en verano

Pies en verano

Los expertos aconsejan que, a la hora de elegir zapatos y para el cuidado del pie tengamos en cuenta qué actividades se van a llevar a cabo, qué terreno se va a pisar, etc…, como por ejemplo :

Sandalias: Son el calzado más cómodo para los pies en verano, ya que favorecen la transpiración y no oprimen el pie. Pero aunque se trate de una buena opción, hay que evitar aquellas que no sujeten bien el pie o que estén fabricadas en tejidos sintéticos. Tampoco se aconseja las sandalias muy planas, ya que pueden provocar sobrecarga en el talón.

Zapatillas deportivas: Al tratarse de un calzado ancho y mullido, suelen ser muy confortables, pero el tejido que reviste su interior acostumbra a ser sintético, por lo que no permite la transpiración, causando exceso de sudoración, mal olor y aumentando el riesgo de infecciones. Por todo ello, deben utilizarse únicamente de forma ocasional (cuando se tenga que caminar mucho, durante la práctica deportiva, etc.)

Chanclas de goma: Son muy cómodas y se lleva los pies frescos, por lo que resultan perfectas para ir a la playa o a la piscina, pero al no ofrecer una sujeción adecuada, pueden provocar dolor en los pies, piernas y caderas, además de propiciar caídas y torceduras. No son adecuadas, por lo tanto, para llevar como calzado diario.

Bailarinas: Son un zapato cómodo, ya que el peso del cuerpo queda bien repartido pro todo el pie pero, al ser totalmente planos, no ofrece soporte al talón ni amortiguan los impactos que pueda sufrir el pie. Son una buena alternativa al zapato de tacón alto, pero tampoco conviene abusar.

Ya tienes todos lo tips sobre los cuidados para tener unos pies sanos y frescos en verano, ahora no tendrás excusa para lucir durante todo el verano unos pies bonitos y sexys.

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