Dentro de las enfermedades labiales una de las mas conocidas es el Herpes labial, por lo que vamos a ver que hacer para controlarlo y no transmitirlo a nuestra pareja o hijos y deshacernos de esa molesta ampolla en el labio
Enfermedades Labiales – Que hacer para controlar el Herpes labial
Para que esas ampollas en el labio tan antiestéticas que aparecen y no te amarguen el día a día , empieza a tomar medidas desde ahora mismo. Aumentar las defensas y controlar el estrés son, entre otras medidas, la mejor estrategia para prevenir su aparición.
Una de cada 5 personas padece brotes de herpes de forma recurrente. es que basta con haberse contagiado una vez para sufrir sus consecuencias durante toda la vida. Estar resfriada, tomar el sol en exceso, tener la regla… son algunos de los muchos factores que pueden «despertar» el virus y provocar que se reactive en forma de molestos brotes. Para evitarlo, es importante revisar algunos de nuestro hábitos y utilizar fármacos de acción preventiva.
Un virus que permanece dormido. Una de las principales características del virus del herpes labial es que, una vez entra en el organismo (algo, que, generalmente, ocurre en la infancia) permanece de forma latente en los nervios labiales durante toda la vida. Eso no quiere decir, sin embargo, que los brotes de herpes aparezcan forzosamente. Hay personas, incluso, que tan solo los surgen una vez en la vida, sin que les vuelva a afectar nunca más.
Tipos. El herpes puede estar causado por dos clases de virus:
- Herpes simple (VHS 1). Es el más habitual (corresponde al 80% de los casos(.
- Herpes genital (VHS 2). Aparece mayoritariamente en la zona genital pero también puede sufrirse en los labios, a través del sexo oral.
Contagio de enfermedades labiales
El virus del herpes se transmite mediante el contacto directo de mucosa a mucosa (boca y/o zona genital). Puede contagiarse incluso si la persona afectada no tiene lesiones labiales, aunque la fase más peligrosa para ello es cuando las vesículas están abiertas y supuran.
Síntomas del herpes labial
Aparecen entre una y tres semanas después de haberse producido la infección. En primer lugar, es habitual sentir un hormigueo o escozor característico en la zona afectada. En algunos casos, también pueden sufrirse síntomas como dolor de garganta, glándulas inflamadas y fiebre. Poco después aparecen varias vesículas muy pequeñas y dolorosas (calenturas) que supuran un líquido amarillento. Poco a poco, las úlceras se van trasformando en costras. Cuando éstas se descaman, se inicia el proceso de cicatrización, que puede durar entre 4 y 5 días, aunque la curación completa del herpes no tiene lugar hasta los 8-10 días.
Factores que favorecen su aparición. Hay una serie de circunstancias que, al mismo tiempo que debilitan nuestras defensas, fortalecen el virus, por lo que pueden provocar los brotes.
Estrés. Cuando estamos nerviosas segregamos una serie de hormonas que estimulan la reactivación del virus. Cómo actuar. Si el herpes suele aparecer en épocas de especial nerviosismo, se aconseja llevar una vida más tranquila, practicando deporte, ejercicios de relajación y evitando el consumo de estimulantes como el café o el alcohol.
Defensas bajas. Cuando se sufre una infección (gripe, resfriado, etc.) o estamos especialmente fatigados, el sistema inmunológico se debilita, dejando el camino libre a los virus. Cómo actuar. Es conveniente dormir lo suficiente y mantener una dieta rica en nutrientes de poder antivírico, como las vitaminas A (melocotón, melón…), C (cítricos, tomate…) y E (frutos secos, verdura de hoja verde…).
Embarazo y menstruación. Las oscilaciones hormonales que tienen lugar durante el embarazo y los días previos a la aparición de la regla pueden disminuir las defensas y favorecer la aparición de los brotes. Cómo actuar. Para aminorar la tormenta hormonal, se aconseja prepararse con antelación y, unos 10 días antes de la llegada de la regla, empezar a hacer ejercicio, evitar la sal y seguir una dieta baja en grasas. Esta prevención también puede resultar útil para evitar el herpes durante la gestación.
Sol. Los rayos ultravioleta inflaman la mucosa de los labios y activan la infección. Cómo actuar. Se aconseja no tomar el sol en exceso y, en todo caso, aplicar, cada dos horas, un protector solar de factor alto especial para labios (suelen comercializarse en forma de «stick»).
Cuándo acudir al médico. Por regla general, los brotes de herpes desaparecen sin dejar secuelas, por lo que no precisan tratamiento médico, a excepción de estos casos.
Cuando afecta a personas inmunodeprimidas.
Si la lesión se extiende por otras zonas, sobre todo en los ojos, ya que el herpes ocular puede causar ceguera. Cuando la infección dura más de 15 días o si se complica con síntomas como la fiebre o la aparición de llaga en el interior de la boca.
Reducir el riesgo de infección ya que el virus de herpes es muy contagioso. Para evitar su transmisión de este tipo de enfermedades labiales, es importante tomar una serie de precauciones básicas. No toques las costras. Puede provocar la propagación del virus o una infección dermatológica llamada impétigo. Si te aplicas cremas o cualquier remedio tópico, lávate las manos después. Durante la infección, evita tocarte los ojos y la nariz.
Enfermedades labiales precauciones
Evita el contacto con otras personas. El virus se transmite por contacto directo y también por tocar objetos que hayan sido usados por la persona afectada, como cubiertos, vasos, toallas, barras de labios, etc. Practica el sexo seguro. Cuando se sufran síntomas de herpes, hay que d evitar los besos y la práctica de sexo oral.
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